De la fotografia analógica, a la digital.

A principios del S.XXI llegaron las cámaras fotográficas digitales con suficiente calidad y a precios asequibles para el gran público. Hubo un «boom» de fotógrafos que se aficionaron a la fotografía, de cursos y talleres de fotografía, y muchos nuevos fotógrafos entraron en el mercado profesional. Incluso los fotógrafos que mantenían su fidelidad a la fotografía analógica hasta entonces, sucumbieron ante los avances tecnológicos y las comodidades del sistema de trabajo digital.  ¿Qué ha significado para la fotografía analógica, qué lugar tiene en la actualidad? ¿Qué impacto tuvo la gran cantidad de formación disponible, y la entrada de tantos fotógrafos en el mercado profesional?. 

De la cámara fotográfica, a la fotografía con móvil.

La entrada de dispositivos móviles con cámara, en combinación con la mejor cubertura de internet y el acceso a aplicaciones de edición por móvil y su posterior distribución por redes sociales han aumentado de forma exponencial la cantidad de imágenes que nos llegan a diario. Sin embargo, ¿Cómo impacta esta tendencia en la (no) cultura visual?. ¿De qué forma influye la moda de los «selfies» a nivel social, en la autopercepción y en nuestro trabajo como fotógrafos? ¿Cómo impactan el procesado automático y los filtros de los móviles a nuestra percepción de la realidad? 

De la imagen estática, a la imagen en movimiento.

Con la entrada de las cámaras digitales, los teléfonos inteligentes y el empuje de los «reels» y «tik-toks» también llegó la popularización de la imágen en movimiento, el «stop-motion» y el video. A fecha de hoy, quedan pocos fotógrafos que no han experimentado con, o incorporado el video en su portfolio de servicios. 

De la postproducción física a la digital.

La postproducción y el archivado fotográficos también ha evolucionado a pasos gigantescos. Cierto es, que a principios de este siglo programas como Photoshop y Lightroom (entre otros) ya existían, pero la creciente incorporación de filtros y funcionalidades «inteligentes» para la fotografía digital facilitan cada vez más los procesos de catalogación y edición. El uso de almacenamiento en la nube ha permitido el envío y archivado de material fotográfico, que antaño ocupaba varios discos duros, cajas y cajas llenas de material físico. 

Del POV del fotógrafo a imágenes aéreas y computacionales.

Otro punto que ha cambiado – y mucho – es el «punto de vista» (POV) y la presencia física del fotógrafo en una escena. Los avances tecnológicos han permitido la realidad aumentada y la fotografía computacional. La fotografía ha comenzado a integrarse con estas tecnologías emergentes, que permiten la creación de imágenes interactivas y experiencias visuales únicas. Los drones y la fotografía área también se popularizaron y han abierto nuevas perspectivas en la fotografía, permitiendo capturar imágenes aéreas y vistas panorámicas de una manera más accesible y asequible. 

De la captación de la fotografía a la generación de una imagen por texto.

Y como último, está la inteligencia artificial, que mediante aplicaciones como Dall-E, Hotpot, Midjourney e incluso Canva, permiten crear «fotografias» a partir de una idea expresada en texto. Los temas como autoridad, uso, aceptación como fotografía o no aún se están debatiendo, pero a fecha de hoy, su uso ya se ha extendido de manera significativa. 

Todo esto, de la mano de unos ponentes de primera.

Este año, te invitamos a acompañarnos en las X Jornadas Fotográficas de Castell-Platja d’Aro i s’Agaró donde nos preguntamos, y preguntamos a nuestros ponentes y participantes, cómo ha cambiado el mercado de la fotografía y la profesión del fotógrafo. 

Reflexionamos. Trabajamos. Debatimos. ¿Cómo ha cambiado la fotografía?

Reflexionamos sobre su impacto en la cultura visual, sobre los flujos de trabajo, sobre la tecnología y sobre cómo vemos el futuro de la fotografía. 

Trabajamos con grandes profesionales de campos diversos de la fotografía, que comparten su punto de vista y su experiencia mediante charlas y talleres, para incorporar nuevos conocimientos en nuestra rutina diaria, ya sea con fotografía analógica, digital o computacional.